México
El teniente coronel Cortés no tuvo más remedio que utilizar las UIP para poder entrar en Tenochtitlan y conseguir que los mexicas se avinieran a ser civilizados y a salvar sus almas convirtiéndose a la verdadera religión.
A pesar que en un primer momento tuvieron que retirarse, por la fuerte resistencia que ofrecieron los mexicas, finalmente consiguieron matar o doblegar a los lideres opositores, ocupar sus tierras y destruir sus templos.
El pueblo, sobreviviente a la viruela y otras enfermedades que les trajeron de forma no intencionada; muy agradecido a sus nuevos y civilizados amos, decidieron aceptar su rey, lengua y religión por los siglos de los siglos.
Bueno en realidad tres siglos después, a pesar de las UIP, se deshicieron de su rey y de sus civilizados amos que con tanto desvelo los habían tratado. Sin embargo la lengua y la religión, debidamente hibridadas ya que no tenían otro remedio, las hicieron suyas para engrandecerlas y mostrar su potencial a través de ellas.
El teniente coronel Cortés hizo lo que sabía hacer. Los que no hicieron lo que se debía haber hecho fueron los civilizadores que lo siguieron y los gestores que lo permitieron. Quizás no haya que pedir perdón pero tampoco esperar que se den las gracias.
Josep M. Vilà
27/3/19