Pesimismo

23 octubre 2012


Pesimismo


Respondo a tu mail y, especialmente, explico las razones del pesimismo que manifesté en la cena.


Creo, como la mayoría de la gente con la que hablo, que la vía autonómica está agotada. Se agotó con el desastroso intento de modificar el Estatut que, aprobado por mayoría en su parlamento, se recortó, se organizó una bronca a nivel calle y acabó con una interpretación restrictiva del tribunal constitucional. Ya estamos convencidos que no hay ninguna posibilidad de avanzar por esta vía.

La vía federal, recientemente resucitada entre el imaginario republicano, parece más un tacticismo socialista que una convicción. El federalismo asimétrico, denostado por el PSOE cuando lo propuso Maragall, ahora lo pone como modelo, creo que con la boca pequeña. El federalismo cooperativo, inventado por las regiones que temen perder el seguir cobrando de las más ricas, se propone como una barrera defensiva. Cuando un modelo federal necesita adjetivos es que nadie cree en él. Tampoco tiene un líder que lo defienda claramente.

Sólo quedan dos visiones antitéticas. Por una parte el estado nacional homogéneo con la lengua y cultura como folklorismo y, en lo económico, la solidaridad entendida como igualdad. Por otra la independencia.


Algunos opinan que no hay qué preocuparse porque la situación es debida a un calentón y que pasará relativamente pronto. Consecuencia de un líder nacionalista exaltado que pretende esconder su ineficiencia con pantallas de humo.

Es pura miopía 


Josep M Vilà

23 octubre 2012


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