Situación de las TI en España

25 marzo 2002 (Cataluña Económica)


En España el crecimiento del sector en 2001 se ha situado en torno al 9% gracias al buen comportamiento del segmento de Software y de Servicios que han mantenido un notable crecimiento, aunque inferior al de años anteriores.

Las previsiones para este año 2002 son, naturalmente, inferiores a las del año anterior pero continúan manteniendo un diferencial positivo, de alrededor de dos puntos, con respecto a las cifras europeas. esto se debe fundamentalmente a nuestra posición retrasada, en relación a la Unión Europea, en los principales componentes indicadores de desarrollo de las TI  y al creciente esfuerzo que realizan las empresas para mantener su competitividad, como consecuencia de la creciente globalización. 


Entre los indicadores que mantienen un de mayor diferencial negativo con la UE caben destacar los relacionados con el desarrollo del comercio electrónico. Las transacciones que se realizan en nuestro país son un 4% de las que se realizan como media en los países europeos. Esto es debido a diversas causas diferenciales entre las que destacan, entre otras: la menor implantación de internet en los hogares (un 60% de la media europea) y su utilización por segmentos de la población extremadamente jóvenes, con escaso poder adquisitivo ( sólo un 14% de los internautas realizan alguna compra en la red).


Esta situación debe corregirse lo antes posible facilitando el equipamiento de los hogares y dando una mayor difusión del uso transaccional de internet en capas más amplias de la población. Sólo así se puede generar un mercado suficiente para el desarrollo del comercio electrónico en nuestro país.


La posibilidad de efectuar trámites, en internet, con las diversas administraciones (Central, Autonómica y Local) es un impulso para conseguir, además de hacer más eficientes las administraciones, el efecto ejemplificador y didáctico para conseguir la introducción masiva del comercio electrónico en nuestro país. Cabe decir que se han desarrollado, por parte de algunas administraciones,  muy buenos aplicativos que compiten con ventaja con los de otros países de la UE. Como es el caso de la recaudación de impuestos por la Agencia Tributaria y por algunas autonomías. Pero las causas apuntadas anteriormente respecto al equipamiento en los hogares y a la composición de los internautas hace que, en conjunto, en la utilización de aplicativos de gobierno electrónico España aparezca en lugares no destacados.


Otro problema importante de la sociedad española es el que la oferta de productos y servicios en la red no está suficientemente desarrollada, presentando unos índices de un 7% en relación con los europeos, especialmente centrado en las PYMES. El frenazo que ha supuesto la reducción de expectativas de las empresas .com no ha facilitado el camino emprendido por muchas compañías para desarrollar este tipo de actividades y, consecuentemente, el retraso con respecto a Europa no podrá cerrarse a corto plazo, en este campo.  


Otro freno importante, aunque también una oportunidad, para el desarrollo de las nuevas tecnologías en las empresas es que, el aprovechamiento de los nuevos canales abiertos por las aplicaciones en la red, bien sea con los clientes, proveedores o empleados, implica una revisión profunda de los propios procesos en el seno de las organizaciones. No basta con tener una ventana electrónica para relacionarse con los clientes, por ejemplo, si no se alinean los procesos, administrativos y de gestión interna, para dar la mejor solución y tratamiento al mismo.

Lo mismo cabe decir para la Administración. No basta con desarrollar atractivas ventanillas electrónicas, si internamente no se es capaz de gestionar correctamente las peticiones. 


Así un campo importante de actividad se presenta en nuestro país para desarrollar la SI, en los próximos años, para ponerla al menos al nivel de la media de la UE. Lo que permite augurar que el crecimiento de las TI, en lo cuantitativo, seguirán manteniendo un diferencial positivo, con la UE, en los próximos años. Y en lo cualitativo se reforzará la atención en dos extremos que fundamentales para atender a las demandas antes enunciadas: la eficacia y la eficiencia. La eficacia como consecuencia de saber donde y como aplicar la tecnología para la mejora de la competitividad en los negocios, para lo cual deben reforzarse las capacidades enfocadas al conocimiento de los procesos de negocio de los clientes. Y la eficiencia como consecuencia de aplicar la tecnología en la reducción de los costes. 


© Josep Vila 2020