Diálogos i monólogos

29 diciembre 2018


 Diálogos y monólogos


— Buenos días

— Buenas tardes

— Vamos a dialogar ahora que somos nuevos en el mando.

— ¡Qué bien! 

— Los anteriores no pudieron hacerlo pero nosotros venimos con otro talante.

— ¡Ya era hora!

— A ver. Comience Vd.

— ¿Puedo poner todo lo que quiera encima de la mesa?

— Claro que sí. Para esto es una mesa de diálogo.

— Pues permítame, de momento, poner estas ponsetias amarillas.

— Pues en correspondencia yo pondré unas ponsetias rojas.

— ¿Cómo me lo he de tomar?

— Es un gesto para mostrar que compartimos los colores de nuestras banderas.

¡— Ah!

— Bueno por dónde quiere Vd. empezar ¡Hay muchos temas para dialogar!

— Pues yo traigo 21 puntos. ¿Los puedo poner encima de la mesa de diálogo?

— A ver…. Mejor los pone en la mesita de al lado donde no los pueda ver la prensa.

— Vale. Pero los voy a leer para que empecemos a dialogar.

— No hombre, no. Los temas para dialogar los pongo yo.

— ¡Hombre! ¿Y yo qué?

— Vd. pone los del monólogo.

— ¡Vaya!

— Verá. Sus temas sólo le interesan a Vd. Así que puede decir lo que quiera que yo no lo escucho. 

— Bueno pues los leeré en voz alta para que al menos lo escuchen los míos.

— Vale. Mientras tanto yo aprovecho para ir al lavabo.

— ¿No parece un diálogo un poco extraño?

— ¡No hombre, no! El diálogo, bien entendido, comienza por uno mismo.

— Pero entonces  ¿qué respuestas va a darme?

— Esto no va de respuestas si no de diálogo. Parece que no lo ha entendido.

— No.

— Mire. Nosotros nos hacemos una foto hablando junto a estas flores tan bonitas. 

— Vale.

— Luego hacemos un comunicado conjunto que diga lo bien qué nos lo hemos pasado.

— ¿Y….?

— Finalmente, Vds. nos votan los presupuestos. 

— Pues no sé yo si …. ¿Cuál será el próximo paso?

— Muy fácil. Seguir dialogando. O monologando según el tema de que se trate.

— Esto del monólogo me está gustando. 

— ¿Lo ve? ¡Hombre!

— Es muy cómodo en el fondo. Puedes decir lo que quieras y no tienes que ceder en nada. 

— Claro.

— Y encima Vd. es el que queda de traidor por hablar conmigo. Y yo quedo como el listo que lo ha engañado.

— Pues eso. Buenas tardes, y no se olvide de votar a favor.

— Buenos días, y viva la República.


Josep M. Vilà

29/12/18

© Josep Vila 2020